Hesíodo es uno de esos autores que resulta imprescindible para los amantes de la mitología clásica. Su Teogonía constituye parte de la bibliografía básica sobre la mitología griega. Y para quien acepte escuchar consejos o esté interesado en conocer los que daba un hombre del siglo VIII-VII a. C, Hesíodo plasmó una serie de ideas en su obra Trabajos y días. Se trata de una recopilación de consejos sobre cómo realizar el trabajo y sobre qué días resultan más propicios para hacerlo. Aquí ofrezco algunos pequeños fragmentos que he considerado de interés:
A partir de los trabajos los hombres son ricos en rebaños y en oro; y si trabajas serás mucho más grato para los inmortales y [para los mortales, pues muchos desprecian a los inactivos]. Nada reprochable es el trabajo, muy reprochable es la inactividad.
Mide con exactitud lo que tomas prestado del vecino y devuélveselo en la misma medida, e incluso más si puedes, para que si vuelves a tener necesidad, también después encuentres lo suficiente.
Muestra aprecio al que te aprecia y acércate al que se acerque a ti; da a quien te dé y no des a quien no te dé.
Es bueno coger de lo que está presente, pero malo para el ánimo tener necesidad de lo ausente.
No dejes nada para mañana ni pasado mañana, pues ni el hombre negligente ni el moroso llenan granero, pero sí engrandece la obra el celo, pues siempre el hombre holgazán que aplaza la tarea lucha con la ruina.
El hombre rico en ardides, precipitado habla de construir un carro. ¡Necio! Ni siquiera esto sabe: cien son las partes del carro que debe cuidar tener en casa antes.
El tesoro de una lengua parca es el mejor tesoro para los hombres y la mayor gracia la que le viene con mesura; si hablas mal, tú mismo podrás escuchar algo peor.
Extraído de la edición de Alianza, con traducción de Adelaida y Mª Ángeles Martín Sánchez.
Otras frases célebres de Hesíodo son las siguientes:
Desde el instante en que el hombre comete un crimen, entra el castigo en su corazón.
La educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser.
Sé prudente: lo mejor es saber escoger la ocasión.
Si añades un poco a lo poco y lo haces así con frecuencia pronto llegará a ser mucho.
El amor es el arquitecto del universo.
Desdichado el que duerme en el mañana.
(Publicación original: 2 mayo 2007)
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