Sófocles es uno de los personajes más longevos de la antigüedad, pues su vida se extiende desde el 496 hasta el 406 a. C. Natural del Ática, de Colono Hípico concretamente, vive en pleno siglo V a. C, un siglo fundamental para la historia de Grecia. Vive todo el esplendor artístico de la época así como los grandes conflictos bélicos del momento, como las guerras Médicas y la Guerra del Peloponeso. Tenía gran apego y afecto a su tierra. Por ello, a diferencia de otros escritores de la Antigüedad, que viajaron por distintos rincones del mundo, Sófocles nunca salió del Ática. Participó activamente como ciudadano en la vida ateniense y tomó parte de la política del momento aceptando diversos cargos. Se nos conservan siete tragedias suyas, de las cuales las más célebres son sin duda Antígona y Edipo Rey.
A continuación tenemos un conjunto de frases que dan muestra de su pensamiento:
"El saber es la parte más considerable de la felicidad".
"Muchas cosas hay misteriosas, pero nada hay tan misterioso como el hombre".
"Al hombre perverso se le conoce en un sólo día; para conocer al hombre justo hace falta más tiempo".
"Quien no haya sufrido lo que yo, que no me dé consejos".
"El que es bueno en la familia es también un buen ciudadano".
"Para quien tiene miedo, todo son ruidos".
"Noble cosa es, aun para un anciano, el aprender".
"La alegría más grande es la inesperada".
"No hay mayor mentira que la verdad mal entendida".
Y... mi favorita de Sófocles... en boca de Antígona:
"No he nacido para compartir el odio, sino el amor".
(Publicación original: 27 agosto 2007)
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